PREGUNTAS SOBRE LÁZARO DE TORMES
a)
Enumera los amos a los que sirve Lázaro e indica alguna situación
que Lazarillo viviera con ellos.
b) Explica el motivo por el cual Lázaro escribe la novela.
b) Explica el motivo por el cual Lázaro escribe la novela.
c)
Al final, ¿qué piensa Lazarillo sobre ese motivo?
Lectura del pasaje de las uvas
Te
propongo la lectura del pasaje de las uvas, una verdadera batalla de
astucia entablada entre Lázaro y su amo el ciego. Todo el tiempo que
estuvo sirviendo a dicho amo, prototipo del mendigo de la época, se
vio obligado Lázaro a emplear toda su maña para sobrevivir y
llevarse a la boca de vez en cuando algo de comer y de beber. Para
que te hagas una idea de los avatares que hubo de vencer mientras
duró su trabajo al servicio del ciego, éstas son algunas aventuras
de las que Lázaro salió mal librado: la calabazada contra el toro
de piedra del puente sobre el Tormes, el jarrillo de vino que rompió
el ciego contra la cara de Lázaro o la longaniza que le hizo vomitar
metiéndole la nariz hasta la campanilla.
"Y porque vea vuestra merced a cuánto se extendía el ingenio de este astuto ciego, contaré un caso de muchos que con él me acaecieron, en el cual me parece dio bien a entender su gran astucia.
Cuando salimos de Salamanca, su motivo fue venir a tierra de Toledo, porque decía ser la gente más rica, aunque no muy limosnera; arrimábase a este refrán: más da el duro que el desnudo.
Y venimos a este camino por los mejores lugares; donde hallaba buena acogida y ganancia, deteníamonos; donde no, a tercero día hacíamos San Juan.
"Y porque vea vuestra merced a cuánto se extendía el ingenio de este astuto ciego, contaré un caso de muchos que con él me acaecieron, en el cual me parece dio bien a entender su gran astucia.
Cuando salimos de Salamanca, su motivo fue venir a tierra de Toledo, porque decía ser la gente más rica, aunque no muy limosnera; arrimábase a este refrán: más da el duro que el desnudo.
Y venimos a este camino por los mejores lugares; donde hallaba buena acogida y ganancia, deteníamonos; donde no, a tercero día hacíamos San Juan.
Acaeció
que, llegando a un lugar que llaman Almorox al tiempo que cogían las
uvas, un vendimiador le dio un racimo de ellas en limosna, y como
suelen ir los cestos mal tratados, y también porque la uva en aquel
tiempo está muy madura, desgranábasele el racimo en la mano; para
echarlo en el fardel tornábase mosto, y lo que a él se llegaba.
Acordó de hacer un banquete, así por no lo poder llevar, como por
contentarme, que aquel día me había dado muchos rodillazos y
golpes.
-Y
ahora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos
comamos de este racimo de uvas, y hayas de él tanta parte como yo;
partirlo hemos de esta manera: tú picarás una vez y yo otra, con
tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva; yo haré o
mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no habrá engaño.
Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura, no me contenté ir a la par con él, mas aun pasaba adelante, dos a dos, y tres a tres, y como podía las comía.
Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano, y meneando la cabeza, dijo:
Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura, no me contenté ir a la par con él, mas aun pasaba adelante, dos a dos, y tres a tres, y como podía las comía.
Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano, y meneando la cabeza, dijo:
-Lázaro,
engañado me has; ¡juraré yo a Dios que has tú comido las uvas
tres a tres!
-No
comí- dije yo-, mas ¿ por qué sospecháis eso?
Respondió el sagacísimo ciego:
Respondió el sagacísimo ciego:
-¿Sabes
en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos,
y tú callabas.
Reíme entre mí, y, aunque muchacho, noté mucho la discreta consideración del ciego.
Mas por no ser prolijo, dejo de contar muchas cosas, así graciosas como de notar, que con este mi primer amo me acaecieron, y quiero decir el despidiente, y, con él, acabar."
Reíme entre mí, y, aunque muchacho, noté mucho la discreta consideración del ciego.
Mas por no ser prolijo, dejo de contar muchas cosas, así graciosas como de notar, que con este mi primer amo me acaecieron, y quiero decir el despidiente, y, con él, acabar."
Actividades
a) Resume brevemente el contenido del texto.
b) ¿Qué título le pondrías al pasaje que has leído?
c) Inventa otro final para la historia. Para ello, tiene que tener al menos 10 líneas.
d) ¿En qué detalle descubres que la narración forma parte de una carta?
e) ¿Es realmente la generosidad del ciego la razón por la cual quiere éste repartir con Lázaro el racimo de uvas? En caso negativo, ¿cuál es?
f) Sitúa la acción en su marco temporal y local. ¿Figura algún personaje más en ella?
g) ¿Con qué sentido se emplea en el texto la palabra "banquete"?
h) ¿Hay algún refrán en el texto? ¿Qué significado hay que darle?
i) ¿En qué se basa el ciego para decirle a Lázaro que le ha engañado?
j) ¿Qué rasgos del texto lo identifican como perteneciente a una novela picaresca?